La riqueza de las naciones (II)

Seguimos con el estudio del Banco Mundial "Where is the Wealth of Nations?: Measuring Capital for the 21st Century" ("¿Donde está la Riqueza de las Naciones?: Midiendo Capital para el Siglo XXI"), que puede encontrarse en
y que debería ser de lectura obligada para toda la clase política nacional.
Anotamos en la columna anterior que tras evaluar 120 países, el Banco Mundial llega a la conclusión que de los tres elementos clave para que un país prospere –capital natural, capital producido y capital intangible–, el intangible es el decisivo, y que para ello dos elementos esenciales son el imperio de la ley y un buen sistema escolar, de los que obviamente carecemos. ¿Y cómo estamos en este ranking que suma los capitales natural, producido e intangible? Primero señalemos que Suiza encabeza la lista, seguida de Dinamarca, Suecia, Estados Unidos y Alemania. En contraste, de las diez naciones en el fondo, nueve son africanas. La que figura en el puesto ciento veinte es Etiopía.
En Latinoamérica, la riqueza per cápita acumulada la encabeza Argentina, seguida de Uruguay, Brasil y Chile. En la franja andina, que aparece en desventaja respecto al Cono Sur, encontramos en orden descendente a Venezuela, Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia. México, Costa Rica y Panamá están en el medio del sándwich conosureño y andino. El país más fallido de la región, no llama a sorpresa, es Haití.
El estudio del Banco Mundial refuerza la tesis desarrollada por el economista Peter Bauer en su libro "Dissent on Development" ("Disensión en el Desarrollo"), donde afirma que "si todas las condiciones para el desarrollo, aparte del capital, están presentes, el capital será generado localmente en un corto período de tiempo o se pondrá a disposición del desarrollo desde el exterior; si, sin embargo, las condiciones para el desarrollo no están presentes, la ayuda será necesariamente improductiva y en consecuencia ineficaz".
Es decir, si los elementos esenciales para el desarrollo están presentes, el progreso material tendrá lugar incluso sin ayuda externa. De lo contrario, es dinero tirado al agua.
Como apunta Carlos Alberto Montaner, gracias a quien nos enteramos de la existencia de este estudio del Banco Mundial, algunas lecciones valiosas que se derivan del mismo son el papel del ahorro, de la inversión en educación, la importancia de insertarse en los grandes circuitos comerciales y financieros, y la necesidad insoslayable de fortalecer las instituciones y los derechos de propiedad si queremos avanzar en la dirección del progreso.
En suma, lo que el Banco Mundial nos señala es que el desarrollo requiere generación de conocimiento y su transformación en desarrollo y riqueza, y estos procesos requieren a su vez un entorno institucional y legal adecuados. Evidentemente, nos falta recorrer un largo camino para ser un país rico.

La riqueza de las naciones (I)

Sería bueno que nuestra clase política –incluyendo los de la CGTP, el SUTEP, y todos aquellos que a estas alturas siguen repitiendo de paporreta los escritos decimonónicos de Marx o su versión actualizada chavista– se tomen el trabajo de ingresar a este link colocado en la página web del Banco Mundial:
donde podrán leer "Where is the Wealth of Nations?: Measuring Capital for the 21st Century" ("¿Dónde está la Riqueza de las Naciones?: Midiendo Capital para el Siglo XXI").
Se trata de un estudio del departamento de economía medioambiental del Banco Mundial, que se propuso evaluar las contribuciones relativas de varios tipos de capital al desarrollo económico, para lo cual examinaron ciento veinte países.
De acuerdo con el estudio la riqueza se compone de tres elementos clave: capital natural (recursos agrícolas, minerales, etc.), capital producido (fábricas, infraestructura industrial y urbana, servicios, etc.) y capital intangible (educación de las personas, calidad de las instituciones, Estado de Derecho, estabilidad, etc.). De esos tres factores, el capital intangible equivale a las cuatro quintas partes del capital total porque es el que permite la conversión de la riqueza natural en riqueza creada.
Una vez que se toma en consideración todos los recursos naturales y el capital producido mundiales, se encuentra que el 80% de la riqueza de los países ricos y el 60% de la riqueza de los países pobres es de tipo intangible. En otras palabras, los países son ricos gracias a las habilidades de sus poblaciones y a la calidad de las instituciones que sirven de soporte a la actividad económica. Por ejemplo, el estado de derecho representa el 57% del capital intangible de un país y la educación representa el 36 por ciento.
El índice de "imperio de la ley" fue elaborado usando diversos centenares de variables que medían percepciones de gobierno, obtenidas de 25 fuentes de datos separadas construidas por 18 organizaciones diferentes. Estas últimas incluían sociedades de grupos civiles (Freedom House), agencias de evaluaciones de riesgo político y mercantil (Economist Intelligence Unit) y comités de expertos (International Budget Project Open Budget Index).
Pero a estas alturas, el lector se habrá dado cuenta que con un sistema de "justicia" como el nuestro, donde una persona puede estar seis años privada de su libertad aunque haya sido condenada a cuatro años de cárcel y con una "educación" en manos de Patria Roja muy bien que digamos no podemos estar.

Mas Muerte en todo el Pais

Según muestran las noticias, según se ve en tv, el país se está volviendo cada vez más violento. Parece que ahora todos los delincuentes usan armas de fuego. Parece que a esos salvajes se les hace bien fácil disparar a matar a los que se resisten a ser robados. Los delincuentes por supuesto tienen unas ideas retorcidas y una escala de valores de cabeza. He conocido delincuentes, basuras que creen que vale la pena morir robando, porque según ellos la vida es una selva y uno debe "sobrevivir."
Como dicen los austriacos: "tienen una preferencia intertemporal bien alta", no les gusta trabajar y les gusta vivir bien...

La policía -el gobierno- no tiene incentivos -como explica la teoría económica- para cuidar a los ciudadanos. Por eso es de esperar que en ausencia de empresas privadas de seguridad la delincuencia violenta, y los asesinatos se incrementen -lamentablemente para todos nosotros.

¿Qué debe hacer el ciudadano común para protegerse?
Como el sentido común recomienda, si los ladrones andan armados, el ciudadano inocente también debe andar armado. La peor política a seguir, y claramente no faltará alguno que la recomendará, es 'prohibir por ley' las armas... como si los delincuentes gustaran de seguir la ley...

Cada individuo tiene el derecho de proteger su vida y su propiedad.

Sabiendo que el dueño de casa podría estar armado, el ladrón pensará más antes de entrar a robar.

Y el sistema se completa, como en toda sociedad compleja, con empresas especializadas en la protección. Empresas que tengan a su cargo extensas áreas, y que tengan a su cargo la protección especializada de individuos.